Tengo un mito que contarles, un mito sobre el origen del universo, el origen de todo a nuestro alrededor. No quisiera ser entrometida, interponer mis creencias sobre las suyas y dejar de lado otras teorías, otras ideas. Pero la verdad, no puedo dejar de creer en El Ser.
Se preguntarán: «¿Quién es El Ser?». Hace muchísimos, millones de años atrás, no existía… Nada, no había espacio ni tiempo, lo que hoy es, antes no era. De repente, de la misma nada, surgió El Ser, un ser que de la nada creo un espacio, un universo… Por nombre, El Ser adquirió el sobrenombre de Glyran, al menos ese fue su deseo.
Pero era un ser que se podría decir que era, ¿perezoso? Al menos eso dirían las mentes pequeñas, que como cualquier ser tenía sus detalles en su personalidad. Pero Glyran no era del todo un ente perezoso, simplemente querías ser un artista, el creador de algo nuevo y único… Que a su vez le traía gran terror, el terror de la soledad en un universo tan grande, ser la única alma consciente en todo el espacio…
Glyran tras reflexionar en su soledad, decidió que hacía falta algo que acompañará al nuevo Espacio, algo que no pudiera ser cambiado y no sería gobernado por el espacio… Pues claro, era el Tiempo, sin el tiempo nada iba a ser; nada iba a cambiar. Glyran decidió que el nombre de su creación sería Kron, el guardián del tiempo. Su creación era un orgullo para él, había creado un ser completamente nuevo y que seguía reglas lógicas a su parecer. A partir de su idea del tiempo, decidió crear lo que sería la base de todo lo que siguiera en el universo, cuatro titanes, mejor llamados los cuatro pilares de la naturaleza: Viento, Fuego, Agua y Tierra.
Al crear a los pilares y el tiempo, El Ser se dio cuenta que cometió un error enorme, los pilares de los elementos eran inmortales… ¿Porque esto es malo?, pues Glyran no sabría que la inmortalidad era una maldición más que una bendición. Aun así, la respuesta es bastante sencilla de responder: Es muy fácil corromper a un ser que es inmortal, una simple idea puede desencadenar un pensamiento que puede perdurar con los años, puede corromper al alma, no habría tiempo que curase un corazón oscuro y lleno de avaricia.
Por suerte, Glyran había notado que su primera creación si era como el esperaba. Kron es un ser que nace, vive y muere, al no ser inmortal, la corrupción sobre su alma va a perdurar hasta el día de su muerte, no va a seguir en forma de recta, la muerte del tiempo es como un reloj, esta gira por un tiempo; pero a su vez es necesario reiniciarlo después de pasar el tiempo. Además, que el tiempo sería el encargado de darle un límite al universo, traer inicio y final a la existencia.
Kron con sus características de mortal, puede ser confundido con un humano… Se dice que puede ser cualquiera de nosotros, que nacemos y vivimos nuestra vida según nuestra crianza, sin olvidar luego la inevitable muerte. Al ser un alma fácil de corromper, Glyran se puso el mismo a la tarea de criar a Kron, esto para mantener el alma del Guardián del Tiempo inocente, que no llegue al nivel de corrupción y soberbia de sus hermanos.
Glyran, para asegurar su plan y satisfacer su deseo personal de crear, sentir… Entonces este ser de tal poder decidió retirarse al Elionbhras, lo que se puede decir que es el origen de todo, allí cambió su forma a un ente femenino, una monja quién conocen como Lady Umi… Ella es una monja, dueña de un orfanato donde habita el guardián del tiempo, lo cuida como una madre sensible y diestra con sus palabras, le enseña lo que es tener una vida digna, los principios de la vida. Su orfanato puedes encontrarlo en las montañas, ella siempre estará cuidando de sus niños y pintando cuadros maravillosos…»
Todos en el orfanato quedaron en silencio, con una curiosidad enorme por el mito. Detrás de los pequeños, apareció Lady Umi, curiosa de las palabras de la pequeña.
— Tienes una fabulosa imaginación pequeña, pero no tienes que meter tantos mitos en la cabeza de los pequeños
Dijo Lady Umi acariciando lentamente la cabeza de la pequeña, con ese comentario los pequeños quedaron con una pregunta, una simple pregunta… ¿La idea que planteó su compañera era cierta, o un simple mito que inventó para robarles la comida más tarde?